Estoy aquí de nuevo, en el mismo lugar donde comencé. Me fui a lo más profundo de este poso, estuve en medio, vi la luz y la alcance, salí, pero siendo honesta, lo odie tanto, amo estar aquí abajo.
Les contaré mi historia, es una entrada deprimente.
Ya estuve en todas las fases:
* El comienzo: Cuando por primera vez te das cuenta de que no te gusta tu peso, aún cuando es un peso saludable y empiezas a comer menos. Puede ser por una razón del pasado o simplemente sucede y lo averiguas en el camino como en mi caso.
* La caída libre: Cuando de pronto te das cuenta de que estas ingiriendo 500 calorías (o menos), haciendo 1:30 h. de ejercicio (o más) al día y pesando casi 10 kilos menos del peso que deseabas con un IMC de 14.6 y todos te dicen que te ves muy mal, todos quieren llevarte a un doctor.
* La recuperación: Ir al psicólogo, subir de peso. Poco a poco volver a comer todas las comidas deliciosas que dejaste. Todo bien hasta que llegas a un peso saludable y tienes ese conflicto de querer seguir siendo delgada entonces debes comer menos pero extrañas la comida entonces comienza….
* El círculo: Atracón, purga, restricción, de nuevo atracón, sentirse horrible, de nuevo purga, maratón de ejercicio, de nuevo restricción, ayunar. Infierno.
* La recuperación round #2: Nuevos psicólogos, psiquiatra, nutriólogo, medicamentos que sólo te hacen zombie, leer libros, investigar mejor que cualquier detective privado, métodos para dejar el circulo de atracón-purga-restricción, hasta que finalmente crees haber encontrado…
* “La verdadera recuperación”: Un nuevo comienzo. Te haces vegana (esto fue lo único bueno que he hecho y lo único que agradezco de esta experiencia), aprendes de neuroplasticidad, comes saludablemente una cantidad adecuada de calorías, no te excedes con los ejercicios, estas en tu peso saludable por más de cinco meses, todos creen que ya estás súper bien hasta que….
* La recaída: Te das cuenta de que nada de tu ropa te quedará jamás, aún así luchas, la regalas, ni siquiera intentas probártela pero te ves en el espejo y te odias. No eres feliz, recuerdas que eres la misma mierda. Saludable o no, eres el mismo maldito desperdicio de persona que siempre has sido, (hablo de mi) sólo hay una diferencia; Antes eras feliz con tu cuerpo, antes por lo menos tenías días buenos sin atracones, usando tu ropa favorita y te sentías tu misma. También recuerdas porque comenzaste todo esto, se que cada quien tiene sus razones, la mía es…
* M O R I R.